La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia y en Colombia aproximadamente 260.000 personas la padecen. Aún, el sistema general de salud no ha priorizado el tema, no se han identificado las necesidades de los pacientes, la población envejece aumentando la probabilidad de que se presente un mayor número de casos y no nos encontramos preparados en temas de prevención, seguimiento y acompañamiento a los cuidadores y a las familias. Se cree que durante el proceso de envejecimiento es normal que se presente una pérdida de memoria y equivocadamente etiquetamos el síntoma como una “demencia senil”. No existe la demencia por envejecimiento y no toda pérdida de memoria es por enfermedad de alzhéimer, es por esto por lo que, detectar oportunamente una pérdida de memoria en nuestros familiares mayores o en nosotros mismos, será la mejor manera de prevenir, descartar u obtener un diagnóstico temprano y acertado.
Ante el diagnóstico surge la necesidad de cuidar a esa persona, la rutina de vida cambia considerablemente y la situación causa un gran desgaste emocional en la familia, ya que nuestro familiar requiere atención, de nuestro tiempo, de comprensión y está sujeto a las decisiones que tomemos por él. En la medida en que avanza la enfermedad, va perdiendo sus habilidades físicas y cognitivas, los cambios son lentos pero progresivos, podemos notar que se limita la movilidad, se siente inseguro, no reconoce los lugares, no está en capacidad de realizar las actividades cotidianas como manejar un carro, llevar sus cuentas, cocinar, estar al tanto de sus asuntos y de su cuidado personal, y es en este preciso momento, donde adquiere relevancia la figura del cuidador familiar principal, una persona preparada para asumir aquellos retos que se presentarán a diario.
En mi experiencia como cuidadora, me di cuenta de la importancia de entender la evolución de la enfermedad a través de las etapas, de la necesidad de desmitificarla y de cómo nosotros, sus familiares, podemos aliviar el sufrimiento y los estados emocionales, de la importancia de capacitarnos, de saber pedir ayuda especializada en el momento indicado, de participar en grupos de apoyo y de cuidarnos a nosotros mismos para poder cuidar de ellos.
